CESAREA

Una cesárea es una intervención quirúrgica en la que el bebé se extrae a través del abdomen de la madre. En general, a nadie le hace gracia que le hagan una cesárea. Es cierto que hay un sector minoritario de la población que pide una cesárea programada desde el primer día, pero la mayoría de las mujeres prefieren el parto vaginal.

A pesar de ello, en ocasiones la cesárea es necesaria. Algunas veces lo sabremos antes de que empiece el parto, por problemas que hayan aparecido durante el embarazo o enfermedades previas, y otras el plan de la cesárea surgirá a lo largo del trabajo de parto.

A menudo se habla del parto respetado, humanizado, etcétera. Pero… ¿qué pasa con la cesárea? Si nuestro bebé va a nacer por cesárea, qué menos que intentar que ésta sea lo que llamamos respetada o humanizada. ¿Qué quiere decir esto? ¿Lo podemos pedir? ¿Se realiza en todos los hospitales? Hablemos de ello.

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¿Qué es una cesárea respetada?

Para que una cesárea sea respetada deben cumplirse una serie de situaciones:

Cesárea necesaria. Este punto es fundamental y básico. Si no es necesaria, lo demás ya no tiene sentido.

Trato humano. Los profesionales no deben olvidar que la mujer está en un quirófano, y deben cuidarla y acompañarla. Los protagonistas de la historia son la madre y el bebé.

Acompañante presente en el quirófano. Está visto que disminuye enormemente el estrés de la madre, ejerciendo un efecto positivo en sus constantes vitales. Además, el padre puede estar presente en el nacimiento de su bebé, facilitando el vínculo afectivo y haciendo que el momento sea inolvidable. El acompañante no tiene por qué ver qué está pasando en la barriga de la madre, ya que está a su lado dándole la mano, y a su vez podrá realizar el contacto precoz piel con piel con el bebé si la madre no está en condiciones de hacerlo.

Contacto precoz piel con piel desde el nacimiento. Se habla mucho de este tema en partos vaginales, pero también es posible en caso de cesárea. Al bebé se le seca, se le coloca un gorrito y se le cubre con una toalla o arrullo para evitar su pérdida de calor, para dejarlo en contacto directo con la piel de su madre. Si la madre se encuentra bien, no hay mejor lugar para el bebé. Si ella no puede, porque no se encuentra del todo bien, si tiene a su acompañante junto a ella será él quien realice el contacto piel con piel para mantener despiertos todos los sentidos del bebé.

No separación madre-bebé. Aunque la madre deba recibir vigilancia y cuidados tras la cirugía, siempre que sea posible se debe intentar mantener al bebé junto a ella.

Inicio precoz de la lactancia materna. Si se realiza contacto precoz piel con piel y la madre y el bebé no son separados, se podrá iniciar la lactancia materna precozmente, aprovechando esos primeros minutos de vida en los que el bebé se encuentra en estado de alerta y busca el pezón de su madre. Este inicio precoz favorece el establecimiento de la lactancia y su éxito a posteriori.

Además de estos puntos que hemos nombrado, se pueden hacer muchas más cosas para asemejar lo máximo posible la cesárea al parto vaginal. Por ejemplo, si no nos encontramos ante una situación de urgencia, la extracción del bebé puede ser lenta para dejar que sus pulmones se expriman y se vacíen de líquido amniótico, facilitando su adaptación respiratoria. También se puede realizar un pinzamiento tardío del cordón umbilical si el sangrado no es excesivo, y si los padres lo desean se puede bajar momentáneamente el telón que les tapa la visión del campo quirúrgico para permitirles ver cómo nace su bebé.

¿Se realiza en todos los hospitales? ¿Podemos pedir una cesárea respetada?

Cada vez son más los hospitales que se van acercando al concepto de cesárea respetada. Algunas veces se cumplen todos los puntos, y otras solo algunos. Se trata de ir adaptando la manera de trabajar de los profesionales a las demandas de la sociedad, manteniendo siempre la buena praxis y de acuerdo con la evidencia científica. En ocasiones se hacen las cosas de una determinada manera porque siempre se habían hecho así… nunca es tarde para el cambio.

Del mismo modo en el que podemos redactar un plan de parto, también podemos hacerlo para la cesárea. A base de ir recibiendo peticiones, los centros van planteándose los cambios. Siempre deberemos tener en cuenta el funcionamiento de cada clínica u hospital, y nuestra situación en particular, pero sí que podemos solicitar ciertas cosas. Después, si la respuesta que nos dan no es la deseada, siempre nos podemos plantear buscar un centro en el que sí que se puedan ver cumplidas nuestras expectativas.

Después existen casos concretos en los que algunos puntos de la cesárea respetada no se puedan cumplir por algún motivo. Si la cesárea es de alto riesgo, o se sospecha que pueda existir algún problema de salud de la madre o del bebé, o alguno de los dos necesita actuación médica inmediata, quizás el acompañante no puede estar presente o no se puede realizar el contacto precoz piel con piel. Lo importante es que, dentro de las posibilidades de cada situación, nos acerquemos lo máximo posible al concepto de cesárea respetada.