Estos días nos toca armarnos de paciencia y quedarnos en casa, evitar al máximo el contacto con otras personas y ser extremadamente cuidadosos con la higiene de manos. Uno de los motivos por los que se puede salir de casa es para ir al médico… pero ¿es imprescindible ir al médico? Muchas mujeres embarazadas se lo preguntan estos días. ¿Es conveniente acudir a todos los controles obstétricos o hay alguno que se pueda aplazar dada la excepcionalidad de la situación actual? Algunos centros están cerrando, otros anulan algunas visitas… voy a intentar resolver estos interrogantes.

 

Actualmente, el hecho de acudir a una visita de seguimiento del embarazo tiene un riesgo doble:

  • En primer lugar, que la madre se contagie del coronavirus. Siendo una persona sana, probablemente pasará la infección de forma leve o moderada, y no se han demostrado riesgos para el feto. Pero sí que contribuiría a la diseminación del virus, infectando a sus contactos más próximos y a otras personas con las que se cruzase por ejemplo haciendo la compra. A más infectados, mayor riesgo de colapso del sistema sanitario, que es lo que se que se quiere evitar con las medidas de control que se están aplicando.

 

  • Por otro lado, si la madre está infectada y no lo sabe, puede transmitir el virus al personal sanitario. Y médicos, enfermeras, auxiliares y personal administrativo tenemos contacto con otros pacientes, a los que podríamos infectar, y a la vez, si nos infectamos, quedamos fuera de la circulación para seguir llevando a cabo nuestro trabajo en un momento en el que somos tan necesarios. Además, podemos infectar a nuestros compañeros de trabajo, y los recursos humanos irían disminuyendo. En Obstetricia y Ginecología no nos podemos quedar sin profesionales en activo, porque continúan habiendo partos, cesáreas y otras urgencias, y hemos de garantizar que todas las mujeres reciban la atención que necesitan. Para protegernos, hemos de tener contacto con la menor cantidad de personas posible.

No se trata de eliminar controles, sino de retrasarlos hasta que todo esté un poco más tranquilo. Lo que comento a continuación es válido para embarazos normales, sin riesgo, siempre y cuando la mujer se encuentre bien y esté tranquila. En casos de patología o alto riesgo, será necesario contactar con el equipo obstétrico de referencia y valorar cada caso de manera individual.

¿Qué no habría que diferir?

  • El cribado de primer trimestre (analítica y ecografía).
  • Pruebas invasivas, como la amniocentesis o la biopsia de corion, si son necesarias.
  • Ecografía morfológica (20-22 semanas)
  • Ecografía del tercer trimestre (34-36 semanas).
  • Analítica del tercer trimestre y cultivos frente a estreptococo (se podrían juntar en la misma visita aprovechando la ecografía del tercer trimestre).
  • Si todavía no se ha hecho la primera visita, habría que encontrar el momento óptimo para realizarla a lo largo del primer trimestre.
  • Urgencias obstétricas. Ante la duda, antes de acudir a Urgencias se puede llamar por teléfono y exponer el caso.

 

 

¿Qué ocurre con el resto de controles?

  • Los resultados del cribado de primer trimestre o de otros análisis se pueden comentar por teléfono.
  • Entre la ecografía del primer trimestre y la del segundo, la visita que se suele hacer sobre las 16 semanas se podría retrasar, e incluso si esta situación se alarga se podría prescindir de ella.
  • La analítica del segundo trimestre, si no hay factores de riesgo, se puede retrasar.
  • Más allá de las 20 semanas, con la ecografía morfológica hecha, si no hay complicaciones se pueden espaciar los controles.
  • La vacunación frente a la tos ferina puede esperar hasta las 36 semanas.
  • Las últimas semanas, con los cultivos y la última analítica ya realizados, si todo va bien se puede valorar no hacer controles semanales. Hasta las 40 semanas no sería necesario un monitor. A partir de aquí hay que individualizar cada caso en función de cómo esté la situación en cada centro sanitario y en cada región.
  • La visita posparto, si no hay complicaciones y la madre se encuentra bien, se puede hacer más adelante. Muchas dudas se pueden resolver por teléfono. Si hay que ir al médico por el motivo que sea, sobre todo no hay que llevar al bebé.
  • La asesoría de lactancia se puede realizar de forma no presencial en cualquier formato: teléfono, correo electrónico, videollamada…
  • No hay que olvidar que una parte importante de las visitas de seguimiento del embarazo es el acompañamiento emocional, la resolución de dudas y la información sobre los diferentes aspectos del embarazo y parto. Todo esto, aunque no sea de forma presencial, se puede seguir haciendo. Muchos profesionales activos en las redes se están ofreciendo para resolver dudas. También hay numerosos recursos digitales para informarse. En nuestro canal de Youtube hemos colgado más clases de forma gratuita. Sobre todo, buscad fuentes fiables de las cuales podáis comprobar la autoría.

Teniendo en cuenta que se busca restringir al máximo la entrada de personas en los centros sanitarios, es posible que en algunos lugares no permitan la entrada de acompañantes a las visitas y a las ecografías, o que las limiten. Son medidas incómodas que no gustan a nadie, pero son necesarias por el bien de todos nosotros. Y, sobre todo, no hay que llevar a los niños.

Si tenéis alguna duda sobre este tema, la podéis exponer comentando este artículo, y también podéis contactar con nuestro equipo por correo electrónico. Estamos aquí para acompañaros.