woman-356141_1280¿Sufres alergia ambiental? ¿Estás embarazada? Si has respondido afirmativamente a estas dos preguntas, aquí va la tercera: ¿Tomas algo para aliviar los síntomas? Más de la mitad de embarazadas con alergia ambiental responderán que no. Así que hoy hablaremos precisamente de este tema.

Cada día son más las personas diagnosticadas de alergia ambiental. La persona que sufre alergia tiene una respuesta excesiva ante determinadas sustancias (llamadas alérgenos) como polen, hierbas, pelo de gato, ácaros, picaduras de insecto o algunas partículas ambientales (algunas incluso desconocidas). La persona alérgica, en contacto con el alérgeno, fabrica histamina, una molécula implicada en múltiples procesos del organismo, entre ellos la respuesta inflamatoria. La histamina es la responsable de los tan molestos síntomas de la alergia: irritación en los ojos y en la garganta, inflamación de la mucosa nasal produciendo un exceso de moco, enrojecimiento de la piel o, incluso, asma y ahogo. Existen otros tipos de alergia (a medicamentos, a alimentos, dermatitis atópica…), pero hoy no entraremos en ellos.

allergy-1738191_1920En definitiva, se trata de un exceso de sensibilidad ante algunas sustancias que son inofensivas para el resto de la población. La presencia de alérgenos en el ambiente es más acusada en primavera, y por ello a la alergia ambiental también se le llama primaveral o estacional. Para tratarla tenemos tres estrategias: por un lado, evitar el contacto con el alérgeno, cosa que es fácil cuando se trata del pelo de gato por ejemplo, pero prácticamente imposible cuando se es alérgico al polen, que está en todas partes. Por otro lado tenemos medicamentos que disminuyen la secreción de histamina: los antihistamínicos. Gracias a ellos, a pesar de la exposición al alérgeno, la respuesta será menos molesta. Además, disponemos de medicamentos para aliviar los síntomas: descongestionantes nasales, broncodilatadores para el asma, colirios para la irritación ocular… Y, como tercera estrategia, existen las vacunas frente a la alergia, que buscan eliminar esta excesiva sensibilidad administrando el alérgeno, primero en dosis muy pequeñas para ir aumentándolas progresivamente. Éstas se utilizan cuando el alérgico sufre síntomas graves o muy molestos y/o cuando evitar la exposición es prácticamente imposible.

Dada la elevada frecuencia de la alergia ambiental, es más que habitual encontrarnos embarazadas en la consulta con este diagnóstico. Si en el embarazo ya se inflaman las mucosas, añadiendo el moqueo constante que produce la exposición a alérgenos la cosa empeora aún más. Por no hablar de los síntomas asmáticos, que podrían llegar a ser peligrosos si no se tratan. Muchas de estas mujeres nos explican que sufren los incómodos síntomas de la alergia sin recibir ningún tipo de tratamiento. Algunas porque creen que no pueden tomar nada y ni siquiera se les ha ocurrido comentarlo, y otras porque su médico no se ha atrevido a recetarles nada.

medications-257349La gente tiene tendencia a pensar que las embarazadas no pueden tomar prácticamente nada durante el embarazo y la lactancia. Pero sí, ¡hay tratamientos compatibles! No todos los antihistamínicos son seguros durante el embarazo, pero los hay que alivian los síntomas sin ser peligrosos para el bebé. Además, hay numerosos inhaladores para tratar el asma y la sensación de ahogo, y en cambio el hecho de no tratarlo sí que podría tener consecuencias negativas. Respecto a las vacunas, no las iniciaremos durante el embarazo, pero si ya se habían empezado a administrar podremos seguir haciéndolo durante esta etapa. Lo más importante es no automedicarse y consultar con el alergólogo, el médico de familia y/o el ginecólogo.

Como conclusión, la embarazada con alergia ambiental no tiene por qué sufrir los molestos síntomas en silencio. Debe hablar con su médico y tener a su disposición el tratamiento necesario (y seguro durante el embarazo) por si aparecen síntomas. Y lo mismo ocurre con la madre que da el pecho.