En el momento en el que la mujer se queda embarazada el mundo empieza a girar a su alrededor durante los próximos meses (más adelante girará alrededor del bebé). Cambios físicos, síntomas varios, visitas médicas, ropa de embarazada, clases de preparación al parto, libros dirigidos a ella, revistas, multitud de páginas web, foros, cremas antiestrías, masaje perineal… pero allí además de una madre y de un bebé está naciendo un padre, aunque la tendencia sea olvidarse de él prácticamente por completo.
Hay padres que sí que buscan información y hacen preguntas en la consulta, pero he de decir que no son ni mucho menos la mayoría. Y estoy convencida de que esto se debe a que muchos de ellos se resignan al papel que la sociedad les otorga, a pesar de que en el fondo les gustaría formar parte del proceso de una forma más activa (a menudo sin encontrar la manera de entrar en el círculo). Y luego también existen los que ya están cómodos con un papel de actor secundario, haciendo de taxista y cuelga-bolsos en las visitas y sin implicarse demasiado.
Pues bien, ¿qué importancia tiene el papel de la pareja (u otro acompañante) a lo largo del embarazo? ¿Y en el momento del parto? ¿Y una vez ya ha nacido el bebé?
En Mater Training no queremos centrarnos sólo en la madre o en el bebé, sino en todo el conjunto, sea cual sea el formato de familia: madre, padre y bebé, o dos madres y bebé, o madre en solitario y bebé… y por ello dedicamos una clase al papel del acompañante en el parto, y también hablamos de sus funciones en el posparto inmediato y en el establecimiento de la lactancia. Haz clic aquí –> Guía de PartoLa pareja durante el embarazo
La mujer siente el embarazo a nivel físico, y con esto juega cierta ventaja. Pero tener un hijo es un gran cambio en la vida de una persona, y hay que irse adaptando a ello progresivamente, por lo que es importante que su pareja se implique en el embarazo desde el principio. De este modo tendrá nueve meses para irse familiarizando con la idea.
Los profesionales siempre decimos que la información es imprescindible en el embarazo. Saber qué ocurre en cada etapa y por qué aporta bastante tranquilidad. ¿Y por qué no compartir estos momentos? Ya sea mediante libros, cursos como los nuestros, clases presenciales, o resolviendo dudas en la consulta, ambos pueden ir aprendiendo a la par. Se compartirán ilusiones, y también dudas y miedos, y se irán construyendo una serie de expectativas. En definitiva, se trata de un trabajo en equipo del cual todos formamos parte.
La pareja el día del parto
Para la pareja cambia mucho la vivencia del parto cuando ya se ha ido implicando en el proceso a lo largo del embarazo. Si nadie le ha explicado nada y sólo se encuentra allí de mero espectador y porque es lo que socialmente toca lo puede pasar realmente mal. En cambio, si siente que forma parte del momento y tiene unas funciones determinadas lo va a vivir de una manera muy distinta y mucho más intensa. Y todo esto también es importante de cara a establecer el vínculo con el bebé: recordemos que él no pare, no lo ha llevado dentro, pero será suyo desde el minuto cero.
Y es que el día del parto la mujer necesita a alguien a su lado. Pero no a cualquiera, sino a alguien que sepa qué es lo que quiere, que sepa reconocer sus necesidades, que le haga sentirse cómoda y segura. Alguien que se encargue de las cuestiones logísticas (traslado al hospital, trámites al ingreso, etcétera), que le proporcione agua, que le alivie el dolor mediante masaje lumbar… ¿quién mejor que su pareja? Y, en caso de no tenerla, o que por el motivo que sea no la acompañe en el parto, la persona elegida deberá ser de mucha confianza y conocer bien a la futura madre.
El nacimiento de un hijo es un momento romántico. Así pues, disfrutándolo en pareja se vive mejor.
La pareja en el posparto
Después del parto la pareja también tiene mucho que hacer. Debe cuidar de la madre que se recupere físicamente, y también del bebé. Menos darle el pecho, puede hacer de todo: contacto, brazos, higiene… Además tendrá un papel importante en todo lo referente a la organización del hogar y los aspectos logísticos. También es importante que ejerza de filtro en momentos en los que las visitas sean excesivas, velando por el descanso de la madre y del bebé.
Es importante recordar que la madre, su pareja y el bebé son un equipo. Todo el mundo está sensible y adaptándose a su nueva vida, con las hormonas más o menos revolucionadas, así que hay remar juntos en lugar de coleccionar reproches.
Tampoco se puede esperar que una pareja que no ha participado en ningún momento del embarazo (porque no ha sabido cómo, porque no le han dejado o por el motivo que sea) tenga un papel totalmente proactivo en el parto y que esté totalmente metido en su nuevo papel tras el parto. El embarazo dura nueve meses… ¡para tod@s! Y todos, tanto padres como profesionales, hemos de trabajar para que todo el mundo encuentre su lugar.
La pareja durante el embarazo
La mujer siente el embarazo a nivel físico, y con esto juega cierta ventaja. Pero tener un hijo es un gran cambio en la vida de una persona, y hay que irse adaptando a ello progresivamente, por lo que es importante que su pareja se implique en el embarazo desde el principio. De este modo tendrá nueve meses para irse familiarizando con la idea.
Los profesionales siempre decimos que la información es imprescindible en el embarazo. Saber qué ocurre en cada etapa y por qué aporta bastante tranquilidad. ¿Y por qué no compartir estos momentos? Ya sea mediante libros, cursos como los nuestros, clases presenciales, o resolviendo dudas en la consulta, ambos pueden ir aprendiendo a la par. Se compartirán ilusiones, y también dudas y miedos, y se irán construyendo una serie de expectativas. En definitiva, se trata de un trabajo en equipo del cual todos formamos parte.
La pareja el día del parto
Para la pareja cambia mucho la vivencia del parto cuando ya se ha ido implicando en el proceso a lo largo del embarazo. Si nadie le ha explicado nada y sólo se encuentra allí de mero espectador y porque es lo que socialmente toca lo puede pasar realmente mal. En cambio, si siente que forma parte del momento y tiene unas funciones determinadas lo va a vivir de una manera muy distinta y mucho más intensa. Y todo esto también es importante de cara a establecer el vínculo con el bebé: recordemos que él no pare, no lo ha llevado dentro, pero será suyo desde el minuto cero.
Y es que el día del parto la mujer necesita a alguien a su lado. Pero no a cualquiera, sino a alguien que sepa qué es lo que quiere, que sepa reconocer sus necesidades, que le haga sentirse cómoda y segura. Alguien que se encargue de las cuestiones logísticas (traslado al hospital, trámites al ingreso, etcétera), que le proporcione agua, que le alivie el dolor mediante masaje lumbar… ¿quién mejor que su pareja? Y, en caso de no tenerla, o que por el motivo que sea no la acompañe en el parto, la persona elegida deberá ser de mucha confianza y conocer bien a la futura madre.
El nacimiento de un hijo es un momento romántico. Así pues, disfrutándolo en pareja se vive mejor.
La pareja en el posparto
Después del parto la pareja también tiene mucho que hacer. Debe cuidar de la madre que se recupere físicamente, y también del bebé. Menos darle el pecho, puede hacer de todo: contacto, brazos, higiene… Además tendrá un papel importante en todo lo referente a la organización del hogar y los aspectos logísticos. También es importante que ejerza de filtro en momentos en los que las visitas sean excesivas, velando por el descanso de la madre y del bebé.
Es importante recordar que la madre, su pareja y el bebé son un equipo. Todo el mundo está sensible y adaptándose a su nueva vida, con las hormonas más o menos revolucionadas, así que hay remar juntos en lugar de coleccionar reproches.
Tampoco se puede esperar que una pareja que no ha participado en ningún momento del embarazo (porque no ha sabido cómo, porque no le han dejado o por el motivo que sea) tenga un papel totalmente proactivo en el parto y que esté totalmente metido en su nuevo papel tras el parto. El embarazo dura nueve meses… ¡para tod@s! Y todos, tanto padres como profesionales, hemos de trabajar para que todo el mundo encuentre su lugar.
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