prodromos-del-parto-mater-trainingUna de las consultas más frecuentes en las Urgencias Obstétricas son las contracciones. Y es que una misma mujer puede necesitar ir a Urgencias dos o tres veces hasta ingresar con un trabajo de parto establecido. ¿Por qué sucede esto? ¿Todas las mujeres perciben las contracciones de la misma forma? ¿Cómo podemos saber si realmente estamos de parto?

En primer lugar debemos tener en cuenta que antes de la fase activa del parto acontece la fase latente o prodrómica. En ella aparecen contracciones que pueden llegar a ser dolorosas e intensas, pero todavía no siguen un ritmo demasiado regular y se pueden frenar en cualquier momento. De hecho, es muy típico estar en casa con contracciones dolorosas y llegar al hospital explicando que por el camino éstas se han parado. Esa mujer acabará marchándose a casa con un informe en el que como diagnóstico pondrá “PRÓDROMOS DE PARTO”.

Pero estas contracciones no son un sufrimiento en vano, sino que tienen su función. Las primeras van haciendo que la cabeza del bebé se encaje y presione el cuello del útero, ablandándolo y empezándolo a borrar, para que más adelante vaya dilatando. No todas las mujeres viven los pródromos igual. Según la posición del bebé, la forma física de la madre, su tolerancia al dolor, o cómo se enfrenta al parto, las contracciones serán más o menos molestas o dolorosas. En general son contracciones que duran menos de un minuto (sobre todo las primeras), sin demasiada regularidad, con una intensidad variable de una a la otra. Es decir, podemos tener una fuerte, al cabo de cinco minutos otra, la siguiente a los diez minutos y menos intensa, otra un poco más intensa a los ocho minutos y que quizás dure un poco más… y así sucesivamente.

Tampoco todas las fases prodrómicas duran lo mismo. Hay mujeres que entran en la fase activa del parto tras varias horas de pródromos, pero también las hay que están con pródromos todo un día, luego dos sin notar nada, luego vuelven a empezar… con alguna que otra ida y venida al hospital. Todo esto también puede variar de un primer parto a un segundo o tercero. Según todo esto, la experiencia será más o menos agradable o pesada.

¿Cuándo aconsejamos acudir al hospital?
– Cuando las contracciones sean regulares, ya sea cada cinco minutos, cada tres, cada siete… lo importante es que sigan un ritmo. Dejaremos un margen de un par o tres de horas si las toleramos bien, para dar tiempo al cuello del útero a modificarse.

Cuando las contracciones sean dolorosas, más o menos todas iguales, o cuando cada contracción sea más dolorosa que la anterior.

Si en algún momento nos sentimos inseguras o sentimos la necesidad de ir al hospital, o pensamos que lo que estamos notando no es del todo normal, podemos ir sin problemas. Más vale ir tres veces y sentirnos seguras. A la vez que nos valoran podemos consultar con los profesionales del hospital todas las dudas que tengamos acerca del inicio del parto.

romper-aguas-parto– En caso de rotura de aguas. Si éstas son claras y notamos movimientos fetales no hará falta correr, pero si son verdosas o marronáceas sí que es importante ir al hospital cuanto antes.

– En caso de sangrado como una regla. Manchar un poco con los primeros cambios del cuello del útero es normal, pero un sangrado moderado sí que es motivo de acudir a Urgencias.

¿Qué consejos os podemos dar desde Mater Training para afrontar los pródromos de parto?

– La diferencia entre las contracciones y otros tipos de dolor es que entre una y otra hay un momento de tregua. Al no ser un dolor constante, se tolera mejor. Es importante respirar correctamente, hinchando los pulmones y soltando el aire muy despacio. La hiperventilación (respiración rápida y superficial) hace que la oxigenación no sea del todo correcta y puede provocar una desagradable sensación de mareo. En lugar de luchar contra la contracción, trabajemos con ella.

– No debemos olvidarnos de hidratarnos con frecuencia. Si no tenemos hambre no tenemos por qué forzarnos a comer, pero sí que es importante ir bebiendo agua, infusiones, zumos o bebidas isotónicas. Y, si tenemos hambre, será mejor hacer comidas ligeras de fácil digestión.

– En la fase de pródromos, sobre todo si se prolonga muchas horas, habrá ratos sin contracciones o en los que éstas sean bastante espaciadas. Aquí es importante aprovechar para dormir un rato, ni que sean unos minutos. No sabemos cuánto camino nos queda por delante, así que si tenemos un rato de tregua hay que aprovecharlo.

– Sobre salir a andar o quedarse en casa en un ambiente tranquilo y relajado, eso ya va a gusto de la consumidora. En general en movimiento se toleran mejor las contracciones que tumbada, pero estar muchas horas de pie también resulta cansado. También existen técnicas para aliviar el dolor como la aplicación de calor o el masaje lumbar. En definitiva, hay que escuchar el propio cuerpo y actuar según las propias necesidades.

masaje-lumbar-giratorio– Si la pareja está trabajando, o tenemos hijos mayores y hemos de organizar con quién se van a quedar, es aconsejable tener a las personas necesarias avisadas para no tener que correr en el último momento. En esta fase es mejor estar acompañada en lugar de estar sola en casa, aunque luego una sienta la necesidad de encerrarse en la habitación o meterse en la bañera a solas.

– Puede ser una buena idea desconectar o silenciar el teléfono móvil para centrarse en una misma. Tener a todo el mundo pendiente puede resultar estresante. Se trata de un momento de intimidad con la pareja, para conectar con el bebé y con una misma. Los formalismos políticamente correctos quizás es mejor dejarlos para otro día.

Además de todos estos consejos, no hay que olvidar que las mujeres tenemos instinto y sentido común, y les hemos de hacer caso. Ante la duda, siempre es mejor consultar.