Mater-Training-Blog-1

El parto ha pasado de ser un acto quirúrgico a algo normal, algo que forma parte del ciclo de la vida, incluso de la propia sexualidad de la mujer. Antes eran los profesionales quienes conducían el parto: lo aceleraban o lo detenían, lo instrumentalizaban… hoy en día la tendencia es a eliminar todas aquellas intervenciones que no son necesarias, reservándolas para cuando realmente hacen falta. Y esto, en parte, se debe a que las mujeres han hecho oír su voz.

Y es que hoy en día se habla de partos en todas partes. Así como hace unos años las mujeres iban al hospital y se ponían en manos de los profesionales sin opinar ni decidir nada, hoy las cosas han cambiado en el ámbito de los cuidados de la mujer embarazada y la atención al parto. Las mujeres tienen multitud de información en sus manos, leen, se preparan, asisten a cursos y a grupos de madres, y saben qué quieren… y qué no quieren. Asociaciones como El Parto es Nuestro a nivel estatal, o Donallum en el territorio catalán, formadas por usuarias pero también por profesionales, trabajan por mejorar la asistencia al embarazo, parto y posparto en nuestro país.

Ante todos estos cambios también surgen nuevos términos o conceptos: “parto natural”, “parto respetado”, “parto fisiológico”, “parto humanizado”… que a veces se superponen y en ocasiones dan lugar a confusiones o malentendidos. E incluso se tiende a substituir el término “parto” por el de “nacimiento”, que englobaría también la cesárea.

Cuando hablamos de “parto natural”, o “parto fisiológico”, nos referimos a un nacimiento sin intervenciones médicas. Es decir, nadie hace nada que pueda alterar el transcurso natural del parto. Esto obviamente no implica que no se realice ningún control sobre el bienestar de la madre y del bebé. Los profesionales acompañan, observan y asisten. Simplemente no inducen contracciones, no administran fármacos para el dolor, no aceleran la salida del bebé, etcétera.

En el momento en el que la mujer decide por ejemplo que quiere analgesia epidural, el parto deja de ser “natural”. ¿Significa esto volver a los años 70 y llevarse un sinfín de actuaciones no imprescindibles?  Aquí entra en escena el concepto de “parto respetado”. Éste hace más referencia al respeto por los ritmos tanto de la madre como del bebé y al hecho de escuchar y cumplir los deseos y expectativas de la madre. ¿Si utilizamos oxitocina para provocar contracciones el parto deja de ser respetado? Pues depende un poco del contexto. Si se trata de una inducción médicamente necesaria, o realmente el parto se había parado, y se le explica a la mujer la conveniencia de utilizarla, y ésta lo acepta, el parto sigue siendo respetado.

Algunos profesionales se sienten ofendidos por este concepto de “parto respetado”, ya que lo ven como un ataque a su forma anterior de trabajar. Otros consideran que todos los partos son respetados… Para intentar arreglarlo, surgió otro término: “parto humanizado”. En el fondo es lo mismo que lo que hemos definido como “parto respetado”. A otros tampoco les gusta la palabra “humanizado”, ya que al ser un concepto más o menos nuevo podría dejar en entredicho que la atención que se realizaba antes era poco humana, y actualmente también se empieza a oír el término “nacimiento empático”, que pondría de manifiesto la relación que se entabla entre la madre, su pareja y el profesional que les acompaña.

Todo es muy bonito cuando es normal… de hecho “normal” es como se denomina desde el Ministerio de Sanidad al “parto natural”. ¿Y si surgen problemas? Evidentemente hay que actuar y hacer lo que haga falta. No todos los partos son normales y no todos los embarazos son de bajo riesgo.

Realmente el quid de la cuestión es hacer lo necesario y nada más, siendo la mujer y su bebé los protagonistas de la historia y los que marcan el ritmo cuando todo marcha sin problemas. La mujer, bien informada, tiene derecho a decidir cómo quiere que sea la llegada al mundo de su hijo. Y la misión de los profesionales es velar porque el proceso transcurra sin complicaciones y con buen sabor de boca para sus protagonistas.