mocador finestraCuando la fecha del parto se va acercando es habitual que mis pacientes me pregunten sobre cuándo acudir al hospital. Algunas tienen miedo de llegar demasiado pronto y tener que recorrer de nuevo el camino de vuelta a casa, y otras me dicen <<¿y si no llego?>>. Realmente es mucho más frecuente ir a Urgencias sin un trabajo de parto establecido que parir por el camino, pero este segundo escenario también puede ocurrir. Hoy os hablaré de ello, sin ánimo de asustar a nadie, sino con el objetivo de dar consejos a quien se pueda encontrar en esta situación (ya sea como protagonista de la historia o paseando por la calle).

Dar a luz en casa o en el coche sin que ello entrase en nuestros planes es una situación infrecuente, pero que puede resultar realmente angustiante. A menudo es la propia pareja quien ayuda a su hijo a nacer. Lo más habitual es que se trate de un segundo o tercer parto, que evolucionan más deprisa que el primero, y que en una pequeña proporción se precipitan y en minutos-horas nace el bebé. Estos nacimientos reciben el nombre de <<parto precipitado>>, y cuando se producen antes de llegar al hospital se les denomina <<parto extramuros>>.

<<Mi anterior parto ya fue rápido. ¿Puede precipitarse este?>>

Cuando una mujer ya ha tenido un parto rápido es muy posible que el siguiente sea igual o aún más rápido. En este escenario lo más recomendable es no esperar mucho a ir al hospital… más vale pecar de prudentes. Algunas mujeres incluso se llegan a plantear una estimulación con oxitocina cuando ya han empezado a dilatar para evitar tener que correr, pero esto ya es muy personal y hay que hablarlo con el obstetra y valorar pros y contras.

¿Qué debemos hacer si vemos que el parto se precipita?

ambulanciaCuando las contracciones son cada vez más intensas y frecuentes, y parece que no haya tregua entre una y otra, y sobre todo si se nota presión en la zona genital, es posible que el parto esté evolucionando muy rápidamente y que se esté precipitando. Como en el caso de un terremoto, en lugar de salir corriendo hay que buscar el lugar más seguro posible. Siempre es mejor en casa que en la calle o en la autopista. Y siempre es mejor con el coche parado que en plena marcha.

Si aún se está en casa, la mejor opción es llamar a una ambulancia. Quien realice la llamada podrá recibir instrucciones mientras espera a la llegada del personal sanitario, y ellos, una vez allí, podrán valorar a la madre y decidir qué hacer. A menudo ya se ha salido de casa. Si se está en la calle, lo más recomendable es intentar entrar en algún establecimiento y solicitar ayuda (y que llamen a una ambulancia). Cuatro manos siempre hacen más que dos. Si se está en el coche hay que pensar si hay algún hospital más cercano que al que nos estábamos dirigiendo. Si es así, y se ve factible llegar, será el mejor plan. Pero si se ve el nacimiento muy inminente y no hay ningún centro sanitario a la vuelta de la esquina lo más recomendable es parar en un lugar seguro y llamar a una ambulancia.

La ambulancia no llega, pero el bebé sí. ¿Qué hacemos?

Si la cosa iba tan rápida como para no llegar al hospital es muy posible que el bebé decida nacer antes de la llegada de la ambulancia. Ante todo hay que intentar mantener la calma, no intentar remar a contracorriente, y ayudar al bebé a nacer. La inmensa mayoría de estos partos van muy bien, sin complicaciones, y sin necesidad de que nadie haga nada. Así que en lugar de explicar qué hacer quizás es mejor que os explique qué no hacer.

parto-posturas-mater-trainingDe entrada hay que dejar libertad de movimiento a la madre, que sea ella quien encuentra la postura más cómoda para dar a luz. No hay que empeñarse en tumbarla con las piernas separadas, porque muy probablemente así no estará cómoda. Y ella misma sabrá cuándo empujar, porque con cada contracción la cabeza del bebé presionará los tejidos del suelo pélvico y sentirá un reflejo de pujo incontrolable.

No hay que tirar del bebé. Primero saldrá la cabeza (es más difícil que se precipite un parto en podálica). No hay que hacer mucha cosa, como mucho intentar realizar una presión leve sobre el periné de la mujer para evitar que se rompa. Para ello utilizaremos una gasa, toalla, tela, o lo que tengamos a mano, y sino simplemente una mano. Una vez haya salido la cabeza se puede echar un vistazo al cuello por si hay alguna vuelta de cordón, y si la hay y ésta es laxa se puede liberar por encima de la cabeza, como si se quitase un collar. Si la vuelta es prieta es mejor intentar desplazar el cordón hacia el hombro del bebé, aflojándola. Y, en casos de circulares muy prietas (poco habitual) sería necesario pinzar y seccionar el cordón.

Después de la cabeza salen los hombros del bebé, primero el que está más cerca del pubis de la madre, y después el de más atrás. Como mucho lo podemos acompañar, pero sin tirar. Muy probablemente saldrá solo. Una vez hayan salido los hombros el resto del cuerpo sale solo, y hay que vigilar que el bebé no se caiga, ya que estará mojado y puede ser bastante escurridizo.

Con esta infografía os resumimos qué pasos realiza un bebé para nacer.

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¡Ya está aquí! ¿Ahora qué?

Es habitual ver en las redes sociales fotografías de técnicos de ambulancias con un bebé en brazos con el objetivo de compartir su alegría por haber estado presentes en un nacimiento, pero en sus brazos no es donde debe estar el recién nacido. Y es que no hay mejor lugar para dejar al bebé que sobre su madre. Un recién nacido no regula bien la temperatura, y habrá pasado de un ambiente de 36-37 grados a la temperatura exterior. Hay que mantenerlo caliente, y la piel de su propia madre cumple perfectamente esta función. Cuanto más superficie de contacto tenga piel con piel mejor. La mejor manera es colocarlo boca a bajo, con la cabeza ladeada a la altura del pecho, y siempre viéndole la nariz para asegurarse de que respira correctamente. Se le cubrirá la espalda con alguna toalla, manta o algo que le abrigue, secándole previamente si es posible, y si le cuesta arrancar a llorar se le puede frotar suavemente la espalda para que expulse las secreciones y expanda sus pulmones. Pero teniendo en cuenta la rapidez del parto lo más probable es que nazca rosado y llorando a pleno pulmón. Ni cogerlo por los pies, ni palmaditas en las nalgas, nada. Si está bien, con mamá.

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Pinzar y cortar el cordón no es ninguna emergencia y es mejor esperar a que llegue la ambulancia y lo haga en condiciones en lugar de recurrir a los cordones de los zapatos. Si realmente la asistencia sanitaria va a tardar, una vez el cordón ya está totalmente blanco y no se aprecian latidos en él se pueden realizar dos ligaduras prietas y cortar entre ellas. El cordón tiene una consistencia dura, parecida a la de una sepia.

La placenta puede tardar hasta media hora en salir, así que lo más probable es que la asistencia médica ya haya llegado. Si se produce el alumbramiento no hay que hacer nada, simplemente dejar que la placenta salga. Para que el útero se contraiga y haya menos sangrado se puede realizar un masaje en la barriga de la madre, por debajo del ombligo, donde se notará una bola dura que es el útero (señal de que se está contrayendo). El contacto con el bebé y/o la estimulación del pezón con el inicio de la lactancia son una gran fuente de oxitocina natural, ayudando a prevenir hemorragias. Si hay heridas en la zona genital no hay que manipularlas, ya se suturarán en el hospital con los medios adecuados y anestesia local. Simplemente se cubrirán con una gasa o un paño limpio para reducir su sangrado.

¿Cómo viven esto los padres?

La mayoría de parejas viven estos momentos con bastante angustia. No era algo planeado, ni el parto que habían imaginado. La ausencia de personal sanitario puede hacerles sentir inseguridad, miedo a que haya alguna complicación y a no saber qué hacer. Así pues, si hay alguien con ellos, una de sus funciones es transmitirle calma y tranquilidad. Han llegado hasta allí, no pueden hacer otra cosa que enfrentarse al parto, recibir a su bebé. Han de pensar que va a ir todo bien, y que va a pasar rápido.

Habitualmente una vez ha nacido el bebé y los padres ven que está bien todo el mundo se relaja. Las caras suelen de alivio y de satisfacción, y lo más probable es que todo quede en un susto y que en el futuro se recuerde como una anécdota, como una aventura más.

dibujo mami dando pecho cn papi

Así pues, en resumen, que un parto se precipite no es lo más habitual del mundo, pero tampoco es un hecho extraño. La mayoría de estos partos tan rápidos van muy bien, sin complicaciones, y no hay que hacer nada más que transmitir calma y tranquilidad. Se puede intentar proteger un poco el periné para evitar desgarros, y acompañar el cuerpo del bebé a medida que sale, pero sin tirar. Y no se debe olvidar que el mejor lugar para un recién nacido es el pecho de su madre, en contacto piel con piel, secándole la espalda y cubriéndole para que no pierda su temperatura corporal.