mal d'esquenaEsperar el nacimiento de un hijo es un momento que suele estar lleno de emociones, y en algunos casos de ansiedad. Sobretodo si el embarazo se prolonga más allá de la semana 40 y todo aquel que nos rodea nos suelta su típico y personal comentario de “¿y aún no?” “pues yo hoy te veo la barriga más baja”, “pues a ver si sale ya porque tienes un barrigón”, “¿y ya tendrá espacio?”… y es que todos se creen con el poder y la razón de opinar sobre el embarazo.

Pero en realidad, ¿existe algún riesgo en aquellos embarazos que se prolongan más allá de la semana 40? ¿cuál es el límite antes de decidir inducir o finalizar una gestación?, ¿cómo se calcula con exactitud este límite?

Empezaré por aclarar cuánto dura un embarazo y cual es la forma más objetiva de datarlo correctamente. Todo el mundo sabe que la duración de un embarazo es de 9 meses, pero cuando la mujer se queda embarazada y empezamos a hablar de semanas, en seguida cae en la cuenta que 40 semanas es más de 9 meses. La razón es que históricamente se medía la duración del embarazo en meses lunares o periodos menstruales, habitualmente de 28 días, y por tanto la duración era de 10 meses lunares, es decir 280 días o 40 semanas. Y a pesar que sabemos que la gestación no se inicia hasta 15 días después de la última regla (momento en que el óvulo se fecunda por el espermatozoide) y por lo tanto son 38 semanas; a nivel práctico, y a pesar de conocer esta diferencia desde hace muchos años, seguimos contando el embarazo desde la última regla.

Además, cabe puntualizar, que en aquellas mujeres que no tienen ciclos regulares o aquellas que tienen ciclos muy cortos o muy largos, habrá que corregir su fecha de última regla y recalcular una fecha ficticia en función de las medidas del embrión en la primera ecografía. Sólo si corregimos esta fecha, no prolongaremos gestaciones más del límite y no induciremos gestaciones antes de hora.

Ahora que ya tenemos más o menos claro cómo calcular las semanas de gestación, hablemos de límites de la misma: un parto se considera “a término” entre la semana 37 y 42. Consideramos prétermino o prematuro todo aquel que suceda antes de la semana 37 y postérmino los que llegan y sobrepasan la semana 42.

Cuando el embarazo dura más de 42 semanas, existe un cierto riesgo de que la placenta, que está cerca de su fase final de vida, cause problemas respiratorios y de alimentación en el feto. Aunque normalmente la placenta está programada para dejar de funcionar por encima de la duración normal del embarazo, en ocasiones “envejece” antes de tiempo. Y en general, a partir de las 42 semanas existe un pequeño riesgo de que la placenta falle y podamos encontrarnos con complicaciones fetales o maternas. Por este motivo es común inducir el parto con el uso de prostaglandinas y oxcitocina.

Además, es importante recordar que la definición de “embarazo prolongado” es relativa según las características de cada gestación. Por ejemplo, una gestación de riesgo como una diabetes o un retraso de crecimiento no se suele dejar más allá de la semana 40.

monitoritzacio amb pilotaLos controles a seguir en aquellas gestaciones que sobrepasan la semana 40 también son especiales. Se trata de detectar aquellas placentas que dejarán de funcionar correctamente antes de la semana 42. Para ello se hacen monitorizaciones fetales y ecografías para el control de líquido varias veces por semana (cada 48-72h).

¿Y porqué se prolongan algunas gestaciones?

6 de cada 100 mujeres no se han puesto de parto en la semana 42. El único motivo identificable y el más frecuente, es una mala datación o corrección de la gestación en el primer trimestre. Salvado este punto, las causas no se conocen pero es de sentido común, que la gestante que se pasa todo el día de la cama al sofá y del sofá a la silla, sin favorecer la gravedad ni la actividad, tiene más difícil activar todo el proceso.

¿Podemos hacer algo para evitar la inducción?

Lo principal es desconectar de los comentarios ajenos, no escuchar a los no profesionales, estar tranquilas y no tener ansiedad ni prisas por parir. El estado mental es crucial en estos momentos. Además, hay que estar activas, alimentarse correctamente e intentar dormir las horas necesarias. También pueden ayudar terapias alternativas como la acupuntura, la reflexología podal y la homeopatía.

¿Cuándo hay que inducir?

Hemos dicho que la inducción se realiza a las 42 semanas, pero en muchos centros y siempre con el consenso con la embarazada, se puede plantear la inducción a partir de la semana 41.

¿Y si no queremos inducir la gestación en la semana 42?

Médicamente hay que saber que estamos sometiendo a un riesgo innecesario la vida de nuestro bebé, pero si aún así decidimos la inducción más allá de esta semana, tendremos que consensuar con nuestro ginecólogo o comadrona los controles estrictos a seguir y cuál es el límite que nos ponemos.

dibujo mami dando pecho cn papi

 Recordad que en esta fase de la gestación, hay que saber a quién  escuchar. Es importante la calma  para poder disfrutar de esta dulce espera.