Una de las clases más interesantes de nuestras guías online es la que habla sobre el descenso del bebé a través del canal del parto. Y es que para acompañar al bebé en su camino hacia el exterior no hay nada como conocer qué está ocurriendo en nuestro cuerpo. Hoy os ofrecemos un pequeño resumen del tema, pero os animamos a saber más y a que conozcáis nuestro método.

Pues bien, la cabecita del bebé no es simétrica, no es una esfera perfecta y su diámetro es mayor de delante hacia atrás que de un lado al otro. A su vez, el canal del parto tiene diferentes diámetros a lo largo de su recorrido (también encontraréis una clase específica sobre ello), de modo que el bebé irá colocando la cabeza para que el paso le sea lo más fácil posible. Es decir, la cabeza ofrecerá diferentes diámetros a la pelvis a medida que vaya descendiendo.

El cráneo de un feto tiene varios huesos, separados por suturas, y con unos espacios libres llamados fontanelas, de consistencia blanda. La cabeza se va moldeando para adaptarse al canal del parto: los huesos se montan uno encima del otro unos milímetros (lo cual se denomina acabalgamiento de suturas), y aparece el  caput, el famoso “chichón” con el que nacen muchos bebés. Estas pequeñas deformaciones se corrigen a las pocas horas del nacimiento.

fontanelas

 

EL CAMINO HACIA EL EXTERIOR

Antes de entrar en el canal del parto, el bebé puede mover la cabeza como quiera, por eso decimos que la cabeza se encuentra libre. La puerta de entrada en la pelvis se llama estrecho superior, y tiene un diámetro más ancho de un lado hacia el otro que de delante a atrás. Hemos comentado que la cabeza del bebé es más ancha de delante a atrás que de un lado al otro. Por tanto, para sobrepasar este punto la cabeza del bebé debe girar hacia un lado, lo que llamamos rotación.

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En el estrecho medio, a nivel del obstáculo puntiforme que suponen las espinas ciáticas, el diámetro de la pelvis es mayor de delante hacia atrás que de un lado al otro, igual que la cabeza del bebé, de modo que ésta vuelve a realizar otra rotación y el bebé se coloca mirando hacia el sacro.

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¡La puerta de salida está bien cerca! El lugar es estrecho, así que hay que mostrar el diámetro más pequeño que puede ofrecer la cabeza: el que corresponde a lo que coloquialmente conocemos como “la coronilla”. Así pues, el feto realiza una flexión de la cabeza y sigue bajando hasta tener apoyada la nuca sobre la parte más baja del pubis.

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Seguidamente, solo queda coge impulso y estirar la nuca para efectuar la salida triunfal a través del periné. A este movimiento lo llamamos deflexión.

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Por tanto, hay cuatro movimientos que son cruciales para el nacimiento:

  • Rotación
  • Rotación
  • Flexión
  • Deflexión

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Una vez tenemos la cabeza fuera, el bebé efectúa un giro y se queda mirando hacia un lado, con una oreja arriba y otra abajo. Saldrá primero el hombro situado más arriba, luego el de más abajo y finalmente el resto del cuerpo.

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¿QUÉ PROBLEMAS PUEDEN SURGIR?

El feto es listo y sabe qué tiene que hacer, y además la pelvis la tiene articulaciones y tiene una movilidad milimétrica pero importante. Pero aun así el camino hacia la salida no siempre es sencillo, y nos podemos encontrar con problemas por el camino.

Cuando el feto no realiza estos cuatro movimientos de la forma adecuada, nos encontramos ante una distocia de rotación. Esto es más frecuente en partos intervenidos o en partos que evolucionan muy deprisa, con descensos bruscos. Aquí, si no conseguimos la rotación mediante cambios posturales o ayuda manual, según hasta qué punto haya conseguido bajar la cabeza podremos utilizar un fórceps o necesitaremos realizar una cesárea.

El desequilibrio entre el feto y el canal del parto se denomina desproporción feto-pélvica. Aquí el bebé no consigue completar su descenso por el canal del parto, no puede salir a pesar de moldear su cabecita. En este caso la única opción será recurrir a la cesárea.

Pero la mayoría de partos van bien, y los bebés nacen con más o menos facilidad. ¡La naturaleza es sabia! A priori hay que pensar que todo va a ir bien, y sobre todo disfrutar de cada momento.

Vídeo “El descenso del bebé”

¡Esperamos que os haya gustado este resumen! ¿Tenéis ganas de más? Os esperamos dentro de nuestras guías online, a las que podéis acceder con un solo click. Estaremos encantadas de resolver vuestras dudas y de conocer vuestras historias.