barriguita-soniaLos pies, al final de nuestro cuerpo, a menudo olvidados y despreciados, además de sostenernos y llevarnos por el mundo, contienen todos los reflejos de nuestro organismo. Un masaje en estos puntos es placentero y restablece el equilibrio del cuerpo.

¿Estando embarazada se puede aplicar reflexología podal? ¿Puede prevenir estreñimiento y hemorroides? ¿Puede ayudar a desencadenar el parto?¿Y si mi pequeño todavía no quiere nacer? ¿Es una herramienta invasiva?

Si has seguido leyendo es que los pies te resultan algo más curiosos que para llevar zapatos, o pintar las uñas. En cada pie tenemos alrededor de 7.000 terminaciones nerviosas, esto nos indica que es una parte muy sensible, receptiva y emisora de estímulos. ¿Has caminado alguna vez sobre piedras? No te deja indiferente, ¿verdad?. O quizás ¿has recibido un masaje placentero, que hace que cuando pongas el pie en el suelo parezca otro pie?

En el cuerpo de una embarazada, a medida que el bebé va creciendo, el espacio para intestinos, riñones, estómago, bazo va disminuyendo. Estos cambios pueden afectar al funcionamiento de éstos, provocando ciertas molestias en la embarazada, más o menos llevaderas. La reflexología ayuda a drenar intestinos, sistema linfático, riñones, favorece la relajación y equilibrio del sistema nervioso y endocrino, realizando un masaje a cada uno de estos reflejos, ubicados en los pies. Es una técnica no invasiva, ya que parte de tus propios recursos, simplemente acompañamos la comunicación interna para desbloquear, destensar, equilibrar, relajar…

La prevención tiene la dificultad que si funciona no se puede demostrar. Pero la experiencia y la percepción de las mujeres es muy importante y válida. Y a veces no estamos previniendo, estamos tratando. ¿En qué casos puede ayudar la reflexología podal a una embarazada?:

Para acompañar vómitos y malestar matinales . En los primeros meses las hormonas están a tope, y el cuerpo y la mente están en un momento de transformación, sorpresa, deseo, susto, todo es nuevo, hay un ser que se abre camino en el vientre materno para sacar adelante su crecimiento. Por lo tanto, hay una demanda de energía por encima de lo normal. A veces esta transformación va acompañada de mareos y vómitos. Con la reflexo acompañamos a la madre a conectar con el propio cuidado y tranquilidad. A restablecer el equilibrio del sistema nervioso y mejorar la circulación. Siempre y cuando los cuidados de la propia embarazada sean las adecuadas (buen descanso, buena alimentación, ejercicio adecuado…).

Prevenir estreñimiento y hemorroides. Uno de los sistemas más afectados es el digestivo, no sólo por la presión que hace el útero en crecimiento sobre los intestinos, dificultando la evacuación. Sino también la toma de hierro que suele ser bastante prescrita, y astringente. Con la reflexología ayudamos a drenar los intestinos para facilitar la evacuación y reducir el riesgo de estreñimiento y hemorroides. Es importante empezar a trabajar a partir del cuarto mes de forma preventiva. También en función de las rutinas de la madre.

Retención de líquidos y mala circulación.  Os debe sonar aquella imagen de la mujer embarazadísima, en pleno tercer trimestre, con dificultad para ponerse calcetines y unos pies dos números más que los suyos. Con sensación de pesadez que hace que se quiera mover menos, y eso la hace sentirse más pesada. Con la reflexología drenamos el líquido acumulado en las piernas y estimulamos todo el sistema urinario y circulatorio facilitando la propia capacidad de drenaje. Aportando más sensación de ligereza y aflojando el dolor de los pies. Manteniendo siempre el control médico de proteinuria y presión arterial para descartar pre-eclampsia y eclampsia.

Favorecer la activación del parto.  En momentos en que se sobrepasa la fecha probable de parto y hay presión familiar, médica y personal, la reflexología puede dar una mano si el bebé y la madre están a punto. Para que se desencadene el parto es muy importante estar relajada, en un entorno de seguridad e intimidad. Las presiones externas e internas (¿aún no has parido?; No puedo más, tengo unas ganas de verle la cara, y ¿si no va bien?; todas mis amigas han parido y ¿si no puedo?; si la próxima semana no has parido deberemos inducirte el parto …) no ayudan a mantener este clima. Con la reflexología podemos optimizar este bienestar y relax interno. Haciendo un masaje en todo el sistema nervioso y endocrino para favorecer el buen funcionamiento y la comunicación interna, así como desbloquear tensiones, físicas y emocionales. El estrés, la presión, el miedo y la impaciencia desestabilizan la segregación hormonal, que es clave para que se desencadene el parto. El resto lo tienen que poner el padre, la madre y el entorno para que el parto salga adelante.

Una sesión de reflexología va acompañada de un conocimiento previo del estado de salud general de la madre, así como de la evolución del embarazo.

¿Te mirarás los pies con los mismos ojos?

Maura Aragay

Reflexóloga Podal

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