Fue un embarazo lleno de dudas, primero porque veníamos de haber tenido un aborto y segundo porque mi tensión arterial se disparó y me tuve que medicar desde el inicio. El miedo y el respeto estaban siempre presentes.
Llegó el 10 de junio, una visita de la semana 39 y ahí se notó que Lucas estaba preparado para salir! Baje a la sala de dilataciones acompañada por auxiliares monísimas, una comadrona muy profesional, y nuestra amiga y comadrona Ariadna. La espera fue larga muy dulce pero larguísima. Después de cinco horas empezaron los dolores, controlados porque mis comadronas me iban avisando. Al cabo de dos horas más avisaron a mi doctora y bajó…y ahí empezó el último paso…CONOCER A LUCAS. A pesar de mis nervios y de mis miedos intenté concentrarme y escuchar los consejos de las comadronas y de mi doctora. Y después de tres empujones…Ahí estaba Lucas!! Enorme, “guapísimo” y con un olor a ternura inexplicable! Entonces se inició el post parto: lágrimas, emoción, miedo, felicidad, recompensa…
En mi primera hija nos ayudó Sonia Sánchez y en mi segundo hijo Laura Rodellar, no hemos podido tener más suerte. Profesionales totalmente personales que se ponen en tu piel y que te entienden como mamis y te ayudan como médicos! Sólo agradecer a la Dra. Laura Rodellar estos 9 meses, por contestar a todas mis llamadas telefónicas, por contestar a todas mis dudas, por entender mis miedos y por ayudarnos a traer a Lucas! Mil gràcies Laura!
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