Con la llegada de un bebé muchas veces se pierde la vida de pareja, tendiendo a focalizarse únicamente en el niño. El cansancio, la falta de tiempo y las nuevas responsabilidades no ayudan, y es fácil caer en la rutina de ser madre y dejar en un segundo plano la relación de pareja.
Para que esto no suceda y se llegue a un equilibrio, es importante poner en práctica actividades y comportamientos destinados a mantener y fortalecer la chispa sexual, la comunicación y la relación íntima.
A continuación daremos algunos consejos.
COMUNÍCATE
Uno de los principios básicos en toda relación de pareja es la comunicación. Si no explicamos realmente lo que queremos, nuestra pareja no lo sabrá. Por tanto es importante que nos sinceremos, que digamos las cosas tal cual, pero siempre con amabilidad. La llegada de un bebé supone la adaptación a una nueva situación, y esto a veces puede ser muy complicado provocando inquietud, nerviosismo y cansancio, causando dificultad a la hora de encontrar momentos para la comunicación entre los miembros de la pareja. Es recomendable encontrar un momento del día para poder hablar de lo que ha sucedido durante la jornada con el bebé, como puede ser al llegar a casa por la tarde-noche después de trabajar.
INVOLÚCRALE EN LOS CUIDADOS DEL BEBÉ
Es importante hacer partícipe a la pareja de los cuidados del bebé, ya que a veces nuestro instinto maternal protector llega a excluirlo. Él también ha tenido un hijo, así que también ha de asumir el papel de padre. No queramos hacerlo todo solas. Tenemos que dejar que se ocupe del bebé a su manera y a su ritmo, animarlo, y mostrándonos seguras de que lo está haciendo bien. Así fortaleceremos la relación de pareja al ver que confiamos en él y que también se puede hacer cargo de su bebé.
RETOMAR LA VIDA SEXUAL
La vida íntima de la pareja debe continuar, ya que es uno de los pilares básicos de una relación sentimental. Si ésta no existe, pueden aparecer problemas en la relación de pareja.
Evidentemente después del parto hay que darle al cuerpo el tiempo de descanso que necesita (“la cuarentena”), retomando las relaciones sexuales cuando estemos preparadas y tengamos ganas. Es muy importante hablar de este tema para que no hayan malos entendidos y para preparar el reinicio de la vida sexual. Se aconseja iniciar las relaciones lentamente y sin prisas, con caricias, besos, masajes…, explorando las zonas erógenas, ya que puede ser que éstas hayan cambiado después del parto: por ejemplo hay mujeres lactantes a las que les cambia la sensación de placer en los pechos y les gusta más que les estimulen otras zonas.
CUIDADO PERSONAL
Después del parto es importante recuperar la forma física. Muchas mujeres al estar tan atareadas con el bebé se descuidan, y caen en la rutina del día a día sin prestar atención a ellas mismas. Actuando así podemos hacer que nuestra pareja se distancie y no se muestre receptivo. Debemos cuidarnos y ponernos guapas. Por ejemplo podemos aprovechar cuando el bebé esté dormido para hacernos la manicura, maquillarnos o arreglarnos. De esta manera nos sentiremos bien con nosotras mismas, incrementaremos nuestra autoestima, y a su vez reavivaremos la atracción.
TENER TIEMPO PARA LOS DOS
Es muy importante disponer de algo de tiempo para hacer algo los dos juntos. No siempre es fácil encontrar el momento para salir al cine o a cenar teniendo un bebé pequeño y andando faltos de sueño, pero un simple paseo o una conversación tranquila en casa puede ser suficiente.
El hecho de dejar al bebé un rato con otra persona (abuelos, tíos, etcétera) ya es una decisión personal. Si optamos por ello, no nos debemos sentir incómodas. No se es peor madre por este motivo, y quizás puede irnos bien un respiro.
En resumen, tener un hijo conlleva un cambio de vida en muchos aspectos, sobre todo en el terreno personal. Nuestra pareja es nuestro pilar básico, de modo que es muy importante no descuidarla, seguir amándole como siempre y vivir juntos todos los momentos mágicos que nos esperan.
Núria Armengol, Comadrona de Mater Training
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