Lo prometido es deuda… Ya os anunciamos a principios de semana que íbamos a hacer que sacaseis el lado positivo de estar en casa. Cuidar del suelo pélvico o periné puede ser un buen motivo.

Primero de todo, ¿sabéis a qué nos referimos cuando hablamos de periné? El suelo pélvico o perineo es el conjunto de músculos y ligamentos que hace de “suelo” (sostenta) todas las estructuras de la pelvis. Es decir, son esos músculos que se encuentran entre el pubis y el coxis, alrededor de la vagina y ano. Este conjunto de estructuras tiene un papel fundamental en muchas de nuestras funciones vitales, como es orinar, defecar, mantener relaciones sexuales o parir. Parece claro, entonces, que lo tengamos que cuidar y entrenar para el parto.

Una de las medidas que se pueden hacer para cuidar el periné es el masaje perineal, es un técnica relativamente sencilla y accesible para la mayoría de vosotras.

De manera resumida, el masaje perineal se trata de estimular, estirar y preparar estos músculos para el momento de la salida de la cabeza del bebé. Con el masaje se consigue aumentar la elasticidad y vascularización de estas estructuras, de tal manera que cuando la cabeza del bebé esté en el cuarto plano ( a punto de salir), que es la fase del parto donde más distensión sufren estos músculos, pueda salir sin necesidad de episiotomía. Además el masaje perineal permite conectar con nuestros genitales, permite que la pareja participe en el proceso y hace coger consciencia de toda la zona.

El momento de iniciar el masaje perineal es a partir de la semana 32 de embarazo, siempre que no exista ningún problema en el embarazo que lo impida. Se deberá hacer un mínimo de 2 días a la semana, e idealmente a diario. La evidencia científica apoya que para que sea efectivo en aumentar la elasticidad y disminuir la tasa de episiotomías se debe practicar con cierta frecuencia.

El masaje lo podéis realizar vosotras solas, pero es ideal que aprovechéis el tiempo en casa de vuestras parejas para que os ayuden a realizarlo. Si decidís que sea automasaje, tendréis que usar los dedos pulgares. Si es vuestra pareja que os lo hará, debe usar los dedos índice y corazón. Antes de empezar el masaje, recordad lavaros bien las manos, vaciar la vejiga urinaria, colocaros en lugar tranquilo e incluso os podéis dar un baño caliente previamente para relajar la zona.

Una vez ya estáis preparadas, toca empezar el masaje:

  • Introduce los dedos lubricados unos 2 cm en el interior de la vagina.
  • Empuja el perineo hacia abajo, hacia la zona del ano y hacia los laterales de la vagina. Debes estirar hasta notar sensación de escozor leve.
  • Mantén la presión en la zona durante unos 2 minutos, o para antes si es molesto. Cada vez deberías aguantar un poco más.
  • Haz un movimiento oscilante hacia los laterales y vuelta atrás ( entre las 8 y 6 horarias, y entre las 4 y 6 horarias).

Es importante que pares el masaje si tienes dolor. El masaje no es agradable, pero no debe ser doloroso. Debes utilizar un buen lubricante o aceite y debes ser muy constante.

Esperamos vuestros comentarios, dudas o inquietudes.