moxibustion-embarazoEn la actualidad se está humanizando el parto, evitando la medicalización y el intervencionismo, y respetando los derechos y decisiones de la madre en cuanto a tener un parto vaginal lo más fisiológicamente posible.

Como ya sabemos, los bebés nacen de cabeza, es decir, en presentación cefálica, pero ¿qué pasa cuando llegamos a la semana 32-34 de embarazo y está de nalgas? Alrededor de un 3-4% de embarazadas llegan al final del embarazo con una estática fetal diferente a la adecuada para que el parto se produzca por vía vaginal.

Hasta hace unos 20 años, los partos de nalgas se realizaban por vía vaginal, pero a raíz de una revisión se consideró que la cesárea era la técnica de elección para evitar riesgos al feto. Por tanto, actualmente, la presentación de nalgas es una de las indicaciones de cesárea electiva en nuestro medio, aunque van surgiendo estudios que apoyan el parto vaginal en casos concretos muy bien seleccionados.

Muchas futuras mamás, cuando les dicen en una revisión ecográfica en el tercer trimestre que el bebé sigue de nalgas, se angustian porque se imaginan que su parto acabará en cesárea, y buscan recursos y técnicas para favorecer que su bebé se gire y se coloque de cabeza.

Existen recomendaciones generales como colocarse en cualquier posición que haga que las caderas queden más elevadas que los hombros. De esta manera se consigue que el feto tenga más espacio al evitar que se apoye en la pelvis y se pueda mover. Normalmente son posturas incómodas y molestas que pueden conllevar riesgo de caídas.

Otra opción es la versión cefálica externa, que consiste en girar manualmente al bebé a mediante de una serie de maniobras efectuadas sobre el abdomen de la madre, desde fuera. Esta técnica no está exenta de riesgos, no siempre se puede realizar y no siempre tiene éxito, de modo que no todas las madres están dispuestas a que se les realice.

En el momento en el que estamos han aparecido terapias alternativas que adaptadas al parto y al embarazo han resultado ser de gran utilidad y ayuda a las futuras madres. Es el caso de la medicina tradicional china, una ciencia milenaria que contempla la utilización de la acupuntura y la moxibustión para rotar las presentaciones anómalas y favorecer un parto vaginal cefálico.

La moxibustión consiste en la estimulación del último punto en el canal de la vejiga Zhi Yin V-67, situado en el quinto dedo de ambos pies, mediante la combustión de Artemisa Vulgaris, una hierba descubierta en Japón que se conoce vulgarmente como moxa.

La moxa tiene cualidades medicinales para mover la energía a nivel profundo. El punto Zhin Yin V-67 conecta con el útero a través de un meridiano interno y el calor en este punto mueve la energía hasta el útero, relajando las paredes de éste y permitiendo más movilidad al bebé.

Una de las primeras referencias sobre esta técnica proviene de la Dinastía Song 960-1279 a.C. Posteriormente desde los países de Asia se difundió a Europa y América, y actualmente en Inglaterra y Alemania son terapias que se ofrecen dentro de los sistemas de salud.

Existen diferentes estudios que comparan el efecto de la moxibustión y de la acupuntura en la presentación de nalgas demostrando una efectividad que se sitúa entre el 50-70%.

Uno de los factores que influye en el éxito de la terapia es la forma de aplicarla. La mayor parte de los estudios y ensayos coinciden en el tiempo y en la manera de aplicación: 3 veces por semana, una vez al día o dos, durante 20-30 minutos, y durante 1 o 2 semanas.

Se considera una terapia totalmente inocua para la madre y para el feto. Se aconseja que la madre acuda a un acupuntor especialista en moxibustión y que éste le enseñe a realizar la técnica para que ella misma la aplique después en su casa de forma correcta.

Aun existiendo estudios que corroboran su efectividad, investigadores como Cardin y Weixin, autores de uno de los estudios más relevantes, explican que quedan muchas cuestiones que esclarecer sobre este tratamiento, entre ellas, por qué se produce el cambio de posición del feto. Siguen publicándose artículos y estudios sobre este tema.

A día de hoy, siendo una técnica inofensiva y con estudios a su favor, es algo que debería ofrecerse a todas las embarazadas con bebés con presentaciones anómalas. Con la información sobre la mesa, la decisión final sobre el aplicar o no la moxibustión corresponde a los padres. Si tras la moxibustión el bebé sigue de nalgas, ya corresponde al ginecólogo asesorar a los padres sobre aspectos como la versión cefálica externa, la cesárea electiva o el parto vaginal podálico.

El Equipo de MaterTraining