Tras el periodo de confinamiento causado por la pandemia, nuestra sociedad ha sufrido un vuelco en sus hábitos de vida. Ha habido una gran divulgación en los medios de comunicación sobre los conceptos básicos de higiene personal/aseo, limpieza y cuidado de nuestras manos, entre otros. Sin embargo, no se ha hablado sobre otro tipo de medidas higiénicas que pueden incidir negativa o positivamente sobre el bienestar y el confort personal, como la higiene íntima y su importancia para la prevención de agresiones que pueden ocasionar inflamación e infecciones vulvovaginales.

El área vulvogenital tiene una mayor sensibilidad que otras partes del cuerpo femenino y se altera con más facilidad ante agresiones externas. Un ecosistema vaginal saludable depende principalmente de 3 factores: una correcta hidratación, la integridad de los tejidos y una microbiota saludable, con mayor prevalencia de lactobacilos productores de ácido láctico. Estos son fundamentales para el mantenimiento de la salud sexual y reproductora de la mujer en edad fértil y, especialmente, durante el embarazo.

Hay diversas situaciones que pueden alterar este ecosistema vulvogenital: los cambios hormonales, la menstruación, las relaciones sexuales, la orina, el sudor, mal uso de salvaslip, compresas, tampones, copas menstruales y el uso deficiente o excesivo de lavado genital. Todos estos factores pueden desencadenar la aparición de agentes infectivos como bacterias,virus, y hongos. Para evitarlo, es fundamental mantener una higiene femenina diaria con la utilización de productos especialmente diseñados para ello, con propiedades emolientes y reparadoras que eviten la sequedad y las irritaciones, preservando el equilibrio de la microbiota vaginal y vulvar para mantener un buen estado inmunológico local.

El embarazo es una situación especialmente delicada, ya que los cambios hormonales pueden alterar el equilibrio del pH y facilitar las molestias e infecciones vulvovaginales. Estas infecciones, especialmente en el caso de la vaginosis bacteriana, pueden repercutir sobre el curso de la gestación, pudiendo originarse una rotura prematura de membranas o un parto prematuro. Además, el uso de antifúngicos orales y de algunos antibióticos, puede estar contraindicado durante el primer trimestre de embarazo y, por lo tanto, tomar medidas preventivas para evitar estas situaciones en la mujer embarazada es imprescindible.

Por otro lado, además de alterar el pH, los cambios hormonales durante el embarazo afectan a los tejidos íntimos, haciendo que las mucosas pierdan elasticidad e hidratación, generando así síntomas de la sequedad vaginal como picor, irritación y alteración de la microbiota local. En estos casos, puede ser una buena solución el uso de hidrantes vaginales a base de ácido hialurónico, en lugar de glicerol o vaselina, que cuenten con agentes reparadores y que promuevan el equilibrio de la microbiota genital.

La gama Palomacare® de Procare Health, cuenta con productos de higiene íntima e hidratantes vaginales y vulvares con ingredientes de origen natural, no hormonales y sin parabenos que ofrecen todas las condiciones que debemos pedir a un producto de aplicación genital: hidratación, reparación, preservación del  ecosistema vaginal, manteniendo el equilibrio fisiológico y regenerando la zona genital frente a las agresiones que presenten prurito, enrojecimiento, escozor o fenómenos de hipersensibilidad.

La línea de higiene íntima en gel y espuma sensitivos es fácil de aplicar y, por su composición con ingredientes suaves y emolientes, puede ser utilizada para la higiene diaria externa en mujeres de todas las edades, especialmente durante el embarazo y postparto.

La línea de hidratantes íntimos (Palomacare gel vaginal y Palomacaregel vulvar), contiene niosomas de ácido hialurónico y fitosomas de centella asiática, entre otros ingredientes de origen natural,  que proporcionan una mejor absorción de los ingredientes, proporcionando una hidratación en profundidad, la reepitelización las mucosas y el reequilibro de la microbiota de la zona íntima, con prebióticos que favorecen el crecimiento de los lactobacilos beneficiosos en detrimento de microorganismos oportunistas y patógenos. Además, el empleo de Palomacare Gel Vulvar en el masaje perineal desde la semana 35 de la gestación, proporciona hidratación y flexibilidad a las mucosas y ha demostrado disminuir las lesiones perineales durante el parto y mejorar la cicatrización tras episiotomías (estudio Perimapart).

Junto a estas medidas de prevención, es recomendable utilizar prendas cómodas y poco ajustadas, usar ropa interior de algodón y evitar telas sintéticas que dificultan la transpiración y aumentan el sudor. Es también muy importante recordar que la mujer embarazada debe siempre consultar su ginecólogo ante cualquier síntoma como dolor o picor íntimo acentuado, dolor al orinar o alteraciones en la consistencia, color y olor del flujo vaginal, para que se pueda valorar el mejor tratamiento en cada caso y que así puedas vivir estos 9 meses tan especiales en plenitud y sin molestias.

 

Dr. Fernando Losa, Clínica Sagrada Familia
Ginecólogo Obstetra y Maternólogo
Coordinador de Productos Naturales de la AEEM