El nacimiento de un hijo es un evento muy importante en la vida de una mujer, todas las que hemos sido madres podemos decir que es uno de los acontecimiento vitales con más impacto en nuestra vida. Nuestro entorno y la sociedad en general, espera que si hemos tenido un bebé sano, estemos felices por la gran experiencia. Y esto suele ser así en la mayoría de todas nosotras, pero es importante empezar a dar voz a aquellas mujeres que no se sienten satisfechas, felices o contentas con la experiencia.

Hay un grupo de madres para las que el parto puede haber sido una experiencia traumática, al igual que lo puede ser un accidente de tráfico o el debut de una enfermedad. El hecho de vivir el parto de forma traumática, no necesariamente significa que haya tenido un “mal parto”. Puede ser que haya sido un parto vaginal con el nacimiento de un bebé precioso y sano. Pero su vivencia, por el motivo que sea, no ha sido positiva. Y esta mala experiencia puede impactar seriamente en su adaptación social en el posparto, en la lactancia, en el vínculo con el bebé e incluso en la crianza posterior.

Hace ya tiempo que se conoce la existencia de trastornos psiquiátricos específicos del postparto, sin embargo en los últimos años diversos estudios clínicos han demostrado la existencia de un trastorno que se desencadena especialmente por el parto traumático,  con unos síntomas diferentes de la más conocida depresión posparto. En estos estudios se ha comprobado que el parto puede ser un evento estresante que puede desencadenar un síndrome de estrés postraumático. Este síndrome es un trastorno de ansiedad que incluye como síntomas principales:

  •  la  reexperimentación del trauma (en forma de flash-backs y/ o pesadillas, son mujeres que suelen revivir contínuamente su parto de forma negativa y lo suelen explicar una y otra vez)
  •  la evitación de estímulos relacionados con el mismo. Suelen evitar acudir nuevamente al hospital o a la visita con el ginecólogo que la asistió en el parto.
  •  el estado de ansiedad o nerviosismo que se desencadenaba con la reexposición a detalles que recordaran el evento. Cuando se quedan nuevamente embarazadas, por ejemplo, tienen fobia al parto y suelen desarrollar mucha ansiedad durante todo el embarazo. E incluso hay mujeres, que evitan inconscientemente, mantener relaciones sexuales por el miedo a quedarse embarazadas.

En este post, os adjuntamos un artículo relativamente reciente que pone sobre papel la evidencia científica que hay sobre todo lo que os he explicado. stressyndrome

Con esto intento abrir los ojos a las mujeres que se sienten así para que consulten con un especialista y puedan recibir tratamiento y apoyo psicológico. Pero lo más importante, intento haceros ver que la vivencia del parto es muy importante y que para conseguir una experiencia positiva, es vital que tengáis confianza en el equipo que decidáis que os vaya a ayudar y la importancia a la información. Si estáis bien informadas de cómo puede transcurrir un parto, de lo que podéis esperar y lo que no, de lo que podéis sentir, de lo que podéis escoger, de lo que es imprescindible,… en definitiva si disponéis de información tenéis muchos más números de tener una vivencia positiva y magnífica de uno de vuestros mejores días de la vida.