En este artículo os queremos hablar sobre una enfermedad poco conocida para la población general pero que a los ginecólogos y a las mujeres que la sufren, nos produce muchos problemas porque en algunos casos puede ser muy difícil de tratar.
Aunque a muy poca gente le puede sonar la palabra endometriosis, es una enfermedad relativamente frecuente y afecta entre un 10 y un 15 % de la mujeres en edad fértil. La edad fértil se considera desde que nos viene la primera regla (menarquia) hasta que ésta desaparece (menopausia).
¿En que consiste?
Se trata de la aparición y crecimiento de tejido endometrial (la capa interior del útero que se expulsa con la menstruación en cada regla) fuera del útero: en la cavidad abdominal, en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos del útero, en la vejiga o en el intestino. Esta descrita la migración de este tejido a lugares más lejanos como los pulmones o el cerebro pero es muy poco frecuente.
¿Qué produce que este tejido se vaya a otros órganos?
La presencia de este tejido fuera del suyo habitual produce la aparición de quistes en los ovarios y la “invasión” de los órganos a los que migra. Inicialmente produce inflamación y posteriormente fibrosis. Se adhiere a las paredes abdominales y a los intestinos y vejiga generando adherencias entre ellos e imposibilitando que se puedan mover con libertad. Esta fijación, la imposibilidad de que los intestinos se muevan, que las trompas puedan moverse para captar el ovocito o que la vejiga no pueda expandirse normalmente o que el útero y sus ligamentos no se muevan produce básicamente: DOLOR.
El dolor de la endometriosis es el dolor constante en todas las actividades de la vida diaria: dolor con la menstruación, dolor al ir de vientre, dolor con la micción, dolor con las relaciones sexuales, dolor con el ejercicio. Es decir dolor, dolor, dolor….hasta el punto de afectar obviamente, la calidad de vida de las mujeres que la sufren. Un dolor silencioso, un dolor que hasta hace unos años no se abordaba. Las mujeres que sufren endometriosis sufren un dolor silencioso, un dolor que sólo afecta a la mujer.
Además de dolor, la endometriosis es causante de reglas muy abundantes, transtornos intestinales como estreñimiento o dolor con las digestiones e incluso falta de menstruación.
Sin embargo, no sólo esto es capaz de provocar. Si con el dolor no hubiera suficiente, también es causante de INFERTILIDAD ya que puede dejar las trompas de la Falopio inmóviles. No es infrecuente que las mujeres con endometriosis necesiten tratamientos especiales de reproducción asistida para poder conseguir un embarazo.
Diagnóstico y Tratamiento
Por otro lado, no todo son malas noticias. Hasta el 50 % de la mujeres que tienen endometriosis no tienen síntomas y sólo se descubre la enfermedad en revisiones de rutina.
La endometriosis se diagnostica mediante ecografía ginecológica, resonancia magnética y unos marcadores en sangre concretos.
Existen tratamientos que permiten mejorar la calidad de vida de las mujeres que sufren endometriosis, que les permite poder realizar vida normal sin pasar por el quirófano. Estos tratamientos básicamente son los anticonceptivos hormonales, como la píldora, el anillo o los parches y otros tratamientos hormonales.
El uso de estos tratamientos en estas mujeres supone un antes y un después en cuanto a su calidad de vida.
La cirugía sigue siendo un tratamiento eficaz pero que se debe reservar a casos en los que los anticonceptivos no funcionen o haya afectación en órganos como los intestinos o la vejiga. Evidentemente hay casos donde la cirugía es la única solución y además nos permite saber mejor cual es el grado de afectación.
Por otro lado, el embarazo para estas mujeres es un descanso y un período de tregua ya que al desaparecer las reglas, la enfermedad queda latente y desaparece el dolor y no avanza. Lo mismo ocurre con la llegada de la menopausia.
Por eso en mujeres con endometriosis que no sean tributarias de cirugía se recomienda el embarazo o bien los anticonceptivos si no se quieren quedar embarazadas en ese momento.
La causa o el orígen de la endometriosis es desconocido. Parece existir una relación familiar o tendencia a repetirla en algunas familias sin una herencia clara. Pasa algo similar como con la piel atópica, el eccema o la fatiga crónica.
Para finalizar, queremos recordaros que ante cualquier síntoma que os recuerde lo que hemos explicado o si padecéis endometriosis, no dudéis en consultar a especialistas ginecólogos que se dediquen en prácticamente exclusiva a este tipo de afectación ya que existen tratamientos que pueden cambiar la calidad de vida y es muy importante que un especialista os oriente y os proponga el tratamiento más adecuado.
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