Es muy frecuente que las pacientes nos pregunten qué pueden hacer y qué no estando embarazadas. Unas cuantas se dan de baja del gimnasio pensando que no deben hacer ejercicio. Pero por suerte la mayoría continúan realizando ejercicio.
¿Qué es lo correcto? Lo correcto es hacer lo que nos pida el cuerpo mientras que nuestro médico no diga lo contrario. De esta forma, yo digo a mis pacientes que hagan vida normal, y que practiquen deporte de manera regular adecuando el tipo de ejercicio en función de cómo se encuentren.
Hacer ejercicio tiene efectos beneficiosos para la salud. Y durante el embarazo más. Mantenerse en forma, no ganar peso de forma excesiva, liberar endorfinas, sentirse bien, compartir tiempo con otras personas, disfrutar de la naturaleza, escuchar música…. son muchas de las ventajas de practicar deporte. A su vez son muchas las mujeres que consultan por molestias abdominales, lumbares, pélvicas… éstas son debidas al crecimiento del abdomen. Realizando ejercicios como yoga, pilates o natación se estiran los ligamentos y la musculatura de la zona lumbar y abdominal. Y esto mejora espectacularmente estos dolores, ya que ofrece mayor elasticidad a estos músculos y ligamentos. Pues bien, esto es sólo un ejemplo, hay millones de ventajas.
¿Qué deportes no deberían practicar las embarazadas? La respuesta a esta pregunta es muy difícil de responder. En realidad salvo deportes de riesgo (esquí o barranquismo por ejemplo), deportes de impacto (como los steps) o deportes de contacto físico (boxeo o deportes en equipo: fútbol, baloncesto, waterpolo…) o aquellos en los que el abdomen pueda suponer un impedimento (windsurf…), el resto se pueden practicar sin riesgos durante todo el embarazo siempre que no haya ningún problema y estemos en forma para poder hacerlo.
¿Qué tipo de ejercicio está recomendado para aquellas mujeres que no están acostumbradas a practicar deporte? De entrada existen múltiples ejercicios para estirar la musculatura lumbo-abdominal que se pueden consultar en nuestras guías online para el embarazo. Por otro lado, salir a caminar, hacer natación, aquagym, pilates o yoga adaptado al embarazo, e incluso sesiones de cycling o spinning son también muy buenas opciones.
En relación a la protección del suelo pélvico existe controversia. En mi caso hasta hace poco no recomendaba correr a mis pacientes. Sí durante el primer trimestre y principios del segundo, pero no más allá. El motivo para este tipo de recomendación era la preservación el suelo pélvico, ya que ejercicios como correr o saltar lo sobrecargan, y por ello no los consideraba apropiados. Ahora bien, si la paciente que tengo delante es una atleta profesional (o amateur muy implicada), está muy entrenada, se encuentra bien y “necesita” correr durante el tiempo que su cuerpo se lo permita, ¿le debería contraindicar la práctica del running? Yo creo que no. Y es que para una persona que está entrenada este impacto puede ser menos dañino para su anatomía.
Si se practica el deporte (puede ser running pero también ciclismo o natación, entre otros) sin poner en riesgo la gestación, y con medidas de seguridad como una correcta hidratación y alimentación, y durante no más del tiempo del que permita mantener una frecuencia cardíaca y una tensión arterial correctas, no hay inconveniente. De hecho, existen publicaciones que muestran embarazadas corriendo maratones o realizando triatlones sin que haya supuesto un problema para su salud ni para su bebé. Siempre, ante la duda, lo ideal es consultar con el ginecólogo o matrona.
Si bien lo anterior es cierto, no debemos olvidar otra cosa: está bien practicar deporte durante el embarazo, sin duda es casi de obligado cumplimiento, y después del parto debemos continuar, sin dejar de practicar ejercicio. Pero en este caso sí que hay que tener en cuenta ciertas limitaciones: no se recomienda realizar ejercicio intenso hasta pasadas seis semanas del parto, y en caso de una cesárea se recomiendan entre dos y tres meses de descanso hasta su reinicio. Y, durante el primer año tras el parto, todo ejercicio de impacto debería ir acompañado de ejercicios hipopresivos y ejercicios de Kegel para salvaguardar la salud del suelo pélvico y recuperar la laxitud ganada durante el embarazo.
Si queréis conocer más acerca de este tema no dudéis en consultar en nuestras guías de embarazo, parto y posparto. Allí encontraréis esta información profundizada y vídeos donde se muestran los ejercicios que se pueden hacer durante el embarazo y cómo realizar los abdominales hipopresivos.
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